Mecenazgo

¿Qué quiere decir “Mecenazgo”?
La palabra deriva del nombre de Cayo Cilnio Mecenas, confidente y consejero político del emperador romano César Augusto. Fue también un importante impulsor de las artes, protector de jóvenes talentos de la poesía y amigo de destacados autores como Virgilio, Horacio, Propercio y Ovidio.

Su dedicación artística acabó por hacer de su nombre, Mecenas, un sinónimo de aquel que fomenta y patrocina las actividades artísticas. Desde Mecenas hasta hoy, muchos artistas han contado con personas que aportaban dinero para sostener sus actividades.

El mecenazgo es un tipo de patrocinio que se otorga a artistas, literatos o científicos, a fin de permitirles desarrollar su obra. Ese apoyo, aunque se presente como desinteresado, pues el que lo otorga no exige a sus beneficiarios ningún tipo de devolución o créditos económicos a corto plazo, sí que proporciona una remuneración de carácter íntimo (el placer estético, moral o intelectual, o la satisfacción de la vanidad), además de una operación de relaciones públicas que puede llegar a ser muy útil, por cuanto justifica su posición social y mejora su reputación. Cuando el mecenazgo incluye el encargo de la obra y no se limita a una genérica protección a la actividad del patrocinado, puede determinar en gran medida el proceso creativo y la ejecución de la obra, si precisa (a veces mediante contrato vinculante) los materiales, dimensiones, tema o tratamiento. La obra de arte (o literaria o científica) puede quedar o no en propiedad del mecenas, siendo muy común que este la done o ponga a disposición del público de una u otra forma (publicación, exhibición en un museo, etc.)

«Mecenas» es la persona poderosa que brinda su apoyo material, o protege mediante su influencia, a artistas, literatos y científicos para que estos puedan realizar su obra.

Los Medici: grandes mecenas del Renacimiento
Los Medici, así llamados porque en su origen familiar había ilustres médicos, son recordados po sus intrigas y por los medios ilícitos para alcanzar el poder político y financiero. A pesar de las historias escabrosas que envolvieron a este clan familiar, han pasado a la historia como los mecenas del Renacimiento italiano.

Financiaron grandes proyectos en arquitectura, escultura y pintura. Hay que indicar que su generosidad con los artistas no era totalmente desinteresada, ya que el mecenazgo cultural formaba parte de la estrategia política de la época (las ciudades italianas rivalizaban entre sí y una forma de obtener más prestigio consistía en mostrar importantes proyectos culturales, especialmente en la decoración de las catedrales).

El arquitecto Brunelleschi, el pintor Fra Angélico o el escultor Donatello fueron algunos de los creadores que se beneficiaron del apoyo económico de este clan familiar.

Pedro de Cosme de Medici fue un coleccionista de libros clásicos que fundó una de las mayores bibliotecas de Italia (también financió a Sandro Botticelli para que pudiera pintar su Adoración de los Magos).

Por otra parte, Lorenzo de Medici apoyó a los grandes artistas de su época, como Leonardo da Vinci, Verrochio o Miguel Angel Buanarroti.

Leyes de mecenazgo
Las actividades artísticas y científicas requieren de dos ingredientes fundamentales: el talento y la dedicación de una persona y, por otra parte, una fuente de financiación. En este sentido, el patrimonio cultural del Renacimiento italiano no existiría sin el apoyo financiero de los Medici.

Las leyes de mecenazgo que existen en la actualidad tienen un doble propósito: fomentar la cultura y las artes y, paralelamente, que la persona o la institución que financia un proyecta obtenga un beneficio fiscal.

Por otra parte, las instituciones privadas o públicas que proporcionan su apoyo económico, también obtienen un beneficio para la imagen y el prestigio de la entidad.

Cómo es la nueva ley de Mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires
Ley de Participación Cultural busca agilizar y mejorar las condiciones de la antigua ley de mecenazgo. Tal como sucedía, las empresas podrán derivar un porcentaje de sus impuestos a financiar proyectos culturales, pero ahora se introducen nuevas condiciones.

Se sancionó la Ley de Participación Cultural, que busca agilizar y mejorar las condiciones de la antigua ley que permite que las empresas deriven un porcentaje de sus impuestos a financiar proyectos culturales, pero ahora se introducen nuevas condiciones.

Es un programa de financiamiento del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires que permite el desarrollo de proyectos artístico culturales, a través del cual los contribuyentes que tributan en CABA el impuesto sobre los Ingresos Brutos pueden destinar parte del pago del mismo al apoyo de estos proyectos culturales.

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